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Se acerca el invierno y cada vez la lluvia estará más presente en nuestros desplazamientos diarios. ¿Sabes como conducir con lluvia? Aqui van unos cuantos consejos para conducir con la mayor seguridad en suelo mojado.
La mayoría de los accidentes con suelo mojado se producen por falta de visibilidad o falta de adherencia. Por ello, hay que tener en cuenta:
-Enciende las luces de cruce siempre, aunque sea de día. Utiliza las largas cuando sea necesario (noche).
-Reduce tu velocidad. Un ejemplo: en algunos países los límites de velocidad genéricos son más bajos si llueve.
-Aumenta la distancia de seguridad con el vehículo precedente y adelanta todas las maniobras (frena antes, etc.). Además de contar con una reserva de distancia de frenado, evitarás las molestas salpicaduras constantes de agua.
-Precaución con las primeras lluvias, el agua se mezcla con el polvo y la suciedad produciendo una mezcla muy resbaladiza.
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-En condiciones de lluvia abundante, procura seguir la huella del coche precedente…habrá menos agua en el suelo.
-Conduce con mayor suavidad: gira el volante con más delicadeza, frena más suave, aborda las curvas a menor velocidad, acelera con el coche recto, traza las curvas lo más “rectas posible” aprovechando todo el ancho de la carretera.
-Campo de visión despejado: combate el vaho y la condensación que se producen en los cristales con la ventilación y el aire acondicionado
Y por supuesto…mantén el coche en buenas condiciones: neumáticos con dibujo suficiente y con la presión adecuada, limpiaparabrisas en buen estado, amortiguadores sin desgaste excesivo, faros funcionales, etc.
Una recomendación más: un buen curso de conducción te ayudará a comprender bien la física del automóvil y las técnicas para controlarlo en caso de situación comprometida.
La mayoría de los accidentes con suelo mojado se producen por falta de visibilidad o falta de adherencia. Por ello, hay que tener en cuenta:
-Enciende las luces de cruce siempre, aunque sea de día. Utiliza las largas cuando sea necesario (noche).
-Reduce tu velocidad. Un ejemplo: en algunos países los límites de velocidad genéricos son más bajos si llueve.
-Aumenta la distancia de seguridad con el vehículo precedente y adelanta todas las maniobras (frena antes, etc.). Además de contar con una reserva de distancia de frenado, evitarás las molestas salpicaduras constantes de agua.
-Precaución con las primeras lluvias, el agua se mezcla con el polvo y la suciedad produciendo una mezcla muy resbaladiza.
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-En condiciones de lluvia abundante, procura seguir la huella del coche precedente…habrá menos agua en el suelo.
-Conduce con mayor suavidad: gira el volante con más delicadeza, frena más suave, aborda las curvas a menor velocidad, acelera con el coche recto, traza las curvas lo más “rectas posible” aprovechando todo el ancho de la carretera.
-Campo de visión despejado: combate el vaho y la condensación que se producen en los cristales con la ventilación y el aire acondicionado
Y por supuesto…mantén el coche en buenas condiciones: neumáticos con dibujo suficiente y con la presión adecuada, limpiaparabrisas en buen estado, amortiguadores sin desgaste excesivo, faros funcionales, etc.
Una recomendación más: un buen curso de conducción te ayudará a comprender bien la física del automóvil y las técnicas para controlarlo en caso de situación comprometida.
