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          Dos de cada diez niños viajan en el coche sin sistemas de retención

          Dos de cada diez niños viajan en el coche sin sistemas de retención

          Dos de cada 10 niños que viajan en coche por las carreteras españolas lo hacen sin estar protegidos por sistemas de retención que evitarían serias lesiones o incluso les salvarían la vida en caso de accidente.

          El dato procede de un estudio elaborado entre más de 15.000 vehículos distribuidos por toda la geografía nacional por el departamento de seguridad vial del club de automovilistas Race. Este club lanzó, junto a la Asociación Española de la Pediatría y la marca de sillas infantiles Play, una campaña para concienciar a padres y colegios sobre el uso de estos sistemas en turismos y en transportes escolares.

          [foto de la noticia]

          El estudio señala que el uso de sillitas infantiles para el transporte de niños de entre 0 y 12 años ha crecido seis puntos porcentuales desde la elaboración de un informe anterior elaborado en colaboración con la DGT en 2006. Entre sus conclusiones más importantes destaca el hecho de que cuando el conductor utiliza el cinturón de seguridad, el niño va protegido a su vez con un sistema de retención en caso de accidente. Cuando, en el caso contrario, el conductor no usa el cinturón, poco más de la mitad de los niños viajan protegidos.

          Las cifras de niños fallecidos en accidentes de tráfico se han reducido en los últimos años, aunque a un ritmo menor al registrado por el resto de grupos de edad. En la mayoría de los casos, el accidente se produjo en la carretera y en un turismo.

          Escuela itinerante

          La campaña de concienciación incluirá una escuela itinerante para explicar las características de las sillitas, así como las indicaciones para colocarlos a bordo de los vehículos. «Nuestra recomendación es que los niños y bebés viajen siempre en los asientos traseros del vehículo, donde los daños producidos por un airbag que se despliega en caso de accidente son casi inapreciables», explicó el coordinador de seguridad vial del race, Antonio Lucas.

          Por otro lado, la Comisión de Seguridad Vial del Congreso aprobó el pasado miércoles por unanimidad pedir al Gobierno que utilice superficies de alta fricción para aumentar la resistencia al derrapaje en los vehículos, especialmente en los tramos de concentración de accidentes, con el objetivo de reducir la siniestralidad.

          La propuesta, defendida por CiU también urge al Ejecutivo socialista a evaluar la red de carreteras del Estado para «corregir con prontitud las deficiencias en la seguridad vial de estas vías». El portavoz de seguridad vial de CiU, Jordi Jané, destacó que esta iniciativa mejorará los puntos negros de las carreteras.

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          El cambio AUTOMATICO

          Las marcas de automóviles se han volcado en los últimos años en perfeccionar la tecnología de los cambios automáticos. A pesar de ello, el porcentaje de españoles que conduce un coche con este dispositivo es bajo. Justo lo contrario de lo que ocurre en EEUU, donde se ha producido el mayor desarrollo de un dispositivo que, paradójicamente, fue inventado en Europa.

          Corría el año 1903 cuando un francés, Louis Bonneville, diseñaba el primer cambio automático de la Historia del automóvil. Su generalización no llegó hasta la década de los 40, y lo hizo de la mano de los constructores estadounidenses, pioneros en ofrecer comodidad (aire acondicionado, dirección asistida) a bordo de un coche.

          Aquellos primeros dispositivos podían presumir de bien poco: contaban con sólo tres marchas, eran caros de comprar y de reparar y limitaban las prestaciones, al margen de incrementar el gasto. Algo que importaba poco allí, con unos combustibles más que baratos, grandes y buenas carreteras y unos límites de velocidad que no invitaban tampoco hoy a pisar el acelerador. Durante las siguientes décadas la evolución técnica fue escasa, pero la filosofía del confort caló tan hondo que hoy nueve de cada diez coches que se producen en ese país son automáticos. En Japón, casi tanto, con un 70% de las matriculaciones.

          ¿Y en Europa? Pues como la alegría, "por barrios". Así, mientras en el Centro y Norte hay países como Suiza donde alcanzan el 36% de las matriculaciones en otros como España las ventas de este tipo de elemento son minoritarias.

          Durante años, esa marginalidad se ha cimentó en una mala fama que empezaba por recordar sus carencias técnicas y dinámicas, ya que exigían motores de más potencia y eran más caros. Además, no se adaptaban bien a nuestras carreteras ni a nuestra personalidad como conductores.

          El panorama empieza a cambiar en los 80 y, sobre todo, en los 90. El desarrollo de la electrónica hace que aparezcan evoluciones que prescinden del embrague, otras que combinan uso automático y manual secuencial, las que son inteligentes (adaptándose a la carretera y a la forma de conducir), las de variación continua, las que se pueden accionar directamente desde el volante y las que cuentan con hasta seis velocidades. Unas innovaciones que, curiosamente, también tienen paternidad europea.

          En la actualidad, los coches automáticos gastan apenas un 5% más de combustible y, en las versiones más desarrolladas, pasan de marcha con más rapidez que un conductor experimentado e incluso corrigen sus defectos.

          En la calle, la oferta se ha multiplicado y hoy están a la venta en España cerca de 200 modelos de todo tipo. Además, se han abaratado y las cajas más sencillas para un utilitario se pueden montar desde 420 euros; suben a 900 euros en un modelo medio y pueden superar los 3.600 euros en un superdeportivo.

          No obstante, su demanda sigue siendo escasa entre los turismos más pequeños y sólo en los vehículos de gama alta goza de mayor implantación. Según la consultora estadounidense JD Power, en 2010 el 50% de los turismos fabricados en el Viejo Continente serán automáticos.

          Tipos de cambios

          Cambio americano. La búsqueda de un mayor desahogo interior ha hecho que, durante años, en EEUU se coloque la palanca de cambios en la dirección. Condicionados por el tipo de carreteras, la orografía y el concepto de coche que triunfa allí (motores de gran cilindrada y poca potencia relativa), están muy lejos del gusto europeo. Resultan muy lentos y tienen menos aceleración.

          Tradicional. Suelen contar con cuatro marchas y son sencillos de manejar. Se pone la palanca en posición D y a circular. Su mayor problema es la lentitud de respuesta y el mayor consumo. Suelen tener programas de conducción en nieve o deportiva, pero no se adaptan a una conducción rápida.

          Secuencial. Es el complemento perfecto para una transmisión automática, pues a la comodidad de ésta añade la posibilidad de cambiar en modo manual, accionando la palanca hacia delante y hacia atrás para subir y bajar de marcha.

          De variador continuo. Sustituye los engranajes típicos de la caja de cambios por una cadena parecida a la de los ciclomotores. ¿Resultado? Máxima suavidad, "infinitas marchas" y un consumo muy ajustado.

          Cambio ingeligente. Va un poco más allá de las transmisiones automáticas tradicionales. Varía su funcionamiento de acuerdo a la velocidad, el tipo de conducción y las condiciones de la carretera. Esto les permite ser más económicos y dinámicos que los clásicos.

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          s2t2 -Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas ( segunda parte

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, segunda parte

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, segunda parte

          En la primera parte de este artículo os mostramos cómo evitar ciertas conductas dañinas para la salud mecánica de nuestros coches. Algunas de ellas estaban relacionadas con el motor y otras conductas que diariamente podríamos ignorar como perjudiciales para el coche están relacionadas con la caja de cambios o los frenos. En esta segunda parte nos centraremos en conductas relativas al mantenimiento y al uso diario del automóvil. Seguimos por el número 10.

          9) No usar el freno de mano en un automático: La gran mayoría de las cajas automáticas a la venta cuentan con una posición P, esto es “Parking”. Cumple la misma función que cuando engranamos primera o marcha atrás al aparcar en una pendiente con un coche con caja manual. Pero la posición P jamás puede suplir al freno de mano tradicional. Puede que impida moverse al coche pero si aparcamos en una pendiente, por ligera que sea y sólo engranamos P estamos sometiendo a ciertos elementos de la caja a un enorme esfuerzo innecesario, causando daños en sus componentes.

          Solución: Aparcamos, colocamos la palanca en punto muerto, tiramos del freno de mano y colocamos la palanca en la posición P. Así no causaremos ningún daño a la caja de cambios.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, segunda parte

          10) Engranar D aún moviéndonos hacia atrás: Este consejo afecta principalmente a los coches automáticos pero también desgastaría excesivamente el embrague de un coche manual. La situación se produciría al por ejemplo salir marchas atrás de una plaza de aparcamiento. Cuando aún nos desplazamos lentamente hacia atrás engranamos D y aceleramos. Esta conducta aparentemente inocente incrementa el desgasta de la caja automática enormemente.

          Solución: Antes de engranar D es necesario que el coche esté detenido, así evitaremos someter a la caja a un desgaste de meses de uso habitual en unos segundos.

          11) Lavar el motor con manguera a presión: A todos nos gusta mantener nuestro coche limpio, y el vano motor es uno de los lugares más sucios de la mayoría de coches, el agua de lluvia se mezcla con grasa y polvo formando esa pasta negra que impregna nuestras manos cada vez que tenemos que cambiar una bombilla de las luces. La tentación de darle un manguerazo con una pistola de alta presión es grande pero debemos evitarla a toda costa. La alta presión podría dañar o soltar algunos componentes, especialmente eléctricos, bastante delicados.

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          Solución: Si vamos a lavar el vano motor, debemos hacerlo a mano y con mucho cuidado. Si tenemos dudas o no sabemos hacerlo debemos acudir a un centro de mantenimiento integral del automóvil, ellos se encargarán de dejarlo todo como una patena.

          12) Ignorar los ruidos del coche: Un buen día vamos conduciendo y notamos ruidos acompasados que emanan del motor. Unos días más tarde nuestra correa de distribución se puede haber roto o nuestro turbo estar muy dañado. Otros ruidos fáciles de identificar son los chirridos provenientes del sistema de frenos. Nuestras pastillas podrían estar gastadas o peor aún, si el sonido es metálico podría estar rozando metal con metal y si necesitamos frenar de golpe puede que el coche no responda como debiera, pudiendo acabar la broma en un golpe.

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          Solución: Escucha a tu coche. Si notas ruidos que no suele emitir y no los puedes identificar acude al taller a la mayor brevedad posible, especialmente si provienen del motor. Más vale prevenir que pagar más de 1.000€ en reparaciones o perder en seguridad.

          13) Descuidar pintura o interior: La pintura de un coche es delicada, si dejamos demasiado tiempo el coche al sol se puede decolorar y si no limpiamos a tiempo, los excrementos de pájaros podrían corroer la pintura debido a su composición. Los mosquitos pegados a los paragolpes y capó también pueden ser corrosivos. Un incorrecto mantenimiento y aspirado frecuente del habitáculo podría derivar en olores y manchas muy difíciles de quitar, resultando en una sensación nada agradable al subirnos al coche.

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          Solución: Si hemos hecho un viaje en el que hayamos dejado el frontal lleno de mosquitos e insectos o nos ha caído encima el excremento de un pájaro debemos limpiarlos con la mayor brevedad posible, especialmente los excrementos. Para el habitáculo lo mejor es un aspirado frecuente, cada dos o tres semanas aproximadamente y no aplazar la limpieza de manchas. Si notamos que sigue oliendo mal sería conveniente revisar los filtros del habitáculo y el compresor del AC.

          14) Conducir con el embrague rozando: Esta conducta errónea consiste en conducir con el pie posado sobre el embrague, sin pisarlo y sin que el motor pierda su tracción, peroejerciendo una pequeña presión que lo acaba desgastando prematuramente. A veces es difícil darse cuenta de este error, pues en ciudad se tiende a cambiar mucho de marchas por lo que a veces dejamos el pie sobre el pedal inconscientemente.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, segunda parte

          Solución: Apoyar el pie en el reposapies a la izquierda del embrague cuando no sea estrictamente necesario que lo pisemos, esto es para cambiar de marcha o ante una frenada de emergencia.

          15) La “mecedora” en semáforos y cuestas: Creo no haber sido el único en ver como algunos conductores al llegar a un semáforo en cuesta y tras ver que el semáforo para lo peatones empieza a parpadear empiezan a moverse hacia atrás y hacia delante con el embrague rozando. A veces ni siquiera hace falta que el semáforo para peatones vaya a ponerse en rojo. Esta conducta lo único que consigue es un elevado desgaste del embrague y un elevado consumo de combustible, disparado cuando rozamos el embrague.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, segunda parte

          Solución: Cuando estemos en un semáforo, nos detenemos por completo e iniciaremos la marcha cuando se ponga verde para los vehículos. Tan sencillo como eso.

          16) Desplazamientos cortos: Muchas veces cogemos el coche para hacer desplazamientos muy cortos por ciudad. Ya he mencionado los peligros de arrancar el coche con el motor frío y practicar una conducción brusca y/o agresiva antes de que el motor alcance su temperatura óptima. En ciudad la conducción brusca es bastante habitual y si llegamos a nuestro destino antes de que el motor se caliente lo suficiente estaremos consumiendo mucho más combustible de la cuenta y además la fricción podría dañar el motor a largo plazo.

          Solución: Evitar desplazamientos cortos en los que no se caliente el motor lo suficiente y si son imprescindibles adelantar los cambios de aceite y plazos de mantenimiento.

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          s2t2 -Un videoblog para aprender a conducir

          Un videoblog para aprender a conducir

          Me parece una gran idea crear un videoblog que ayude a aprender las normas de circulación y que sea un complemento para las clases de la autoescuela donde nos sacamos elcarnet de conducirCarnet Online es un videoblog donde un profesor imparte lecciones sobre todo tipo de temas y normativa relativa a la conducción.

          La web me parece muy bien montada, ofrece a los usuarios que puedan valorar las clases y que puedan realizar comentarios. Como está comenzando aún no cuenta con comentarios de los usuarios pero pienso que esa opción puede ser muy interesante de cara a resolver dudas y se puede fidelizar mucho a los usuarios si es el propio profesor quien resuelve las dudas planteadas por los usuarios.

          Un problema que le veo a la web es que hay que estar registrado para ver los vídeos, creo que esto va a hacer que muchas personas se vayan de la web sin llegar a ver cómo son los vídeos por no querer registrarse. La opción de registro debe ser un complemento y han de buscar formas en las que los usuarios se registren para obtener determinadas ventajas, pero no hacerlo como algo obligatorio.

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          s2t2 -Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas ( primera parte

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Por Sergio el 16 de Noviembre, 2008— 11 comentarios »

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          La salud mecánica de nuestro coche es algo vital para nuestra seguridad y para nuestro bolsillo. Ciertas conductas y rutinas diarias erróneas van dañando poco a poco la mecánica de nuestro coche sin que nos demos cuenta. Es frecuente olvidarnos de un cambio de aceite o arrancar bruscamente en frío. Cuando el coche se queja, normalmente es demasiado tarde y las facturas del taller pueden llegar a las cuatro cifras con facilidad.

          Este artículo nace con la intención de recopilar algunas de esas conductas, con suexplicación de por qué daña la mecánica de nuestro coche y qué podría pasar si seguimos llevándolas a cabo. Algunas son obvias, como por ejemplo vigilar la presión de los neumáticos, pero otras no lo son tanto. Algunos consejos valdrán para todos los coches en general, otros, sólo para motores diésel o gasolina y otros para cambios manuales o automáticos. Sigue leyendo tras el salto.

          1) No vigilar la presión y desgaste de los neumáticos. Ya os hemos comentado en varias ocasiones los peligros de cirular con una presión inadecuada de los neumáticos. Desde un pinchazo o un reventón en el momento menos oportuno hasta pérdidas totales del control del vehículo. Es lo que puede ocurrir si descuidamos nuestros neumáticos, con un evidente peligro para nuestra integridad física y un elevado coste para nuestro bolsillo. Si notas que una rueda en particular está desinflada ponle remedio a la situación o todos los neumáticos se gastarán de manera desigual.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          En cuanto al desgaste de la banda de rodadura, podemos olvidarnos de vigilarlo y encontrarnos con desagradables pérdidas de adherencia, mayor distancia de frenado y problemas de aquaplaning con las primeras gotas de agua. Recordad, el desgaste máximo permitido por ley es una profundidad de 1.6 mm en los surcos de la rueda, y aún así ya estamos en niveles peligrosos de desgaste.

          Solución: Revisar periódicamente la presión y desgaste de los neumáticos. En cuanto al desgaste, deberíamos empezar a pensar en unos nuevos neumáticos cuando el borde exterior de una moneda de 1€ sea visible al introducirla en uno de los surcos del neumático.

          2) Aplazar los cambios de aceite. El aceite es el lubricante del motor, y necesita estar en buenas condiciones para que se reduzca la gran fricción existente entre las partes móviles.Si aplazamos el cambio de aceite más de 7.000 km pueden ocurrir problemas graves: por una parte, podría degradarse y no lubricar correctamente, ello provocaría un incremento de la fricción en el motor, lo que conduciría a un mayor desgaste mecánico y un mayor consumo de combustible.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Por otra parte, podría consumirse la mayoría del aceite por el excesivo kilometraje, con los mismos efectos que la degradación sobre el propulsor. Si vamos dejando para la semana que viene los cambios de aceite durante muchos kilómetros nos exponemos a daños graves al motor y un posible gripaje del mismo. Si alguna vez llega a saltar un aviso en el cuadro de instrumentos por agotarse el aceite no esperes buenas noticias en el taller.

          Solución: revisar el nivel del aceite con cierta regularidad (en frío, el nivel de la varilla debe estar entre las dos muescas), aún respetando los plazos de mantenimiento nuestro coche podría consumir más aceite de la deseada. Respetar estrictamente el kilometraje de cambio de aceite.

          3) Conducción deportiva y altas revoluciones con el motor frío. Al arrancar el motor en frío, éste necesita un tiempo para lubricarse bien y alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento, unos 80ºC. Si lo sometemos a bruscos acelerones o subimos sus revoluciones hasta la zona roja en frío, tendremos motor para cuatro días, ya que al no haberse lubricado en condiciones, de nuevo aumenta la fricción y el desgaste mecánico.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Solución: Cuando arranquemos en frío debemos ser suaves con el acelerador y esperar a que el propulsor este caliente para realizar una conducción deportiva. Alargaremos la vida del propulsor y ahorraremos combustible: en frío el motor puede consumir el doble de combustible que en caliente.

          4) Mala conducción en motores turbo. Los turbocompresores se lubrican y refrigeran mediante aceite. Si arrancamos nuestro motor turbo y empezamos a conducir inmediatamente después el turbo debe entrar en funcionamiento sin lubricarse convenientemente. La pequeña turbina puede girar hasta a 100.000 rpm y el calor generado por la excesiva fricción puede ser suficiente como para deformar poco a poco las aspas del turbo, finalmente desembocando en una avería grave cuya factura suele ascender a 4 cifras.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Es posible otra situación de resultados similares. Tras un largo rato conduciendo a alta velocidad por una autopista, y por tanto con el turbo soplando a plena potencia, paramos a repostar. Si apagamos el motor nada más detenernos exponemos a la turbina a daños por calor. Estuvo girando a mucha velocidad durante un tiempo prolongado, con una alta temperatura, pero ya que estaba bien lubricada no había problemas. Si de repente detenemos su funcionamiento en seco ese calor no se disipa correctamente, además, detenemos la lubricación. Los daños a largo plazo son patentes.

          Solución: Nada más arrancar el motor en frío déjalo al ralentí al menos un minuto. Cuando llegues a tu destino, ya hayas circulado por autopista o por ciudad, deja reposar el motor al ralentí durante otro minuto antes de quitar el contacto. El turbo girará despacio y se refrigerará correctamente.

          5) Bordillazos. Nos puede pasar a todos, calculamos mal la distancia a la acera y golpeamos violentamente la rueda contra el bordillo en una esquina. También puede ser que dejemos el coche ligeramente subido a la acera al aparcar o que solamos subir y bajar bordillos con frecuencia por el motivo que sea. El denominador común de estos casos es ladeformación paulatina de los flancos del neumático, lo que lleva a la posibilidad de fugas de aire, reventones o de incluso un dellantado en casos extremos.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Solución: Evitar dichas conductas, pero si es necesario que subamos a un bordillo, nunca dejar la rueda subida a medias y abordar el obstáculo lateralmente y a muy poca velocidad. Si has tenido varios bordillazos revisa la presión de los neumáticos con más frecuencia y si ves el neumático deformado, cámbialo.

          6) Cambiar de marchas bruscamente. Las cajas de cambio manuales modernas están sincronizadas, y por tanto no es necesario hacer un doble embrague para cambiar de marchas, pero aún así necesitan un mínimo de tiempo para sincronizarse. En pruebas de aceleración es habitual cambiar muy bruscamente de marchas, pero ello implica un desgaste excesivo de los piñones y los sincronizadores. No es necesario tratar la palanca de cambios con violencia, ni siquiera en conducción deportiva.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Solución: Cambiar de marchas con suavidad, cuanto mayor sea el coche y mayor par soporte la caja de cambios más suaves debemos ser.

          7) Arrancar un motor diésel incorrectamente. Los motores diésel, tanto atmosféricos como turbo están equipados con calentadores. Son unas resistencias que precalientan el motor antes de que lo arranquemos, con el objeto de que la combustión homogénea del combustible sea homogénea a bajas temperaturas y podamos encender el motor con normalidad. Evitan la explusión excesiva de humos en este primer momento y protegen a la mecánica de esfuerzos innecesarios.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Es común que algunas personas giren la llave de arranque por completo, sin esperar a que se apague el testigo de precalentamiento. Ello puede ser causa del desconocimiento o bien porque estaban acostumbrados a conducir un coche con motor de gasolina, donde no existen calentadores y se arranca directamente el motor.

          Solución: Esperar a que el testigo luminoso de los calentadores (una espiral) se apague. Entonces giramos la llave a la posición III para arrancar el motor. Un síntoma de calentadores gastados es la expulsión de excesivo humo negro al arrancar, así como la combustión de aceite, humo blanco, en los primeros momentos tras el encendido.

          8) Frenar de manera prolongada en pendientes descendentes. Cuando afrontamos la bajada de pendientes muy prolongadas, como por ejemplo puertos de montaña, es habitual ver como mucha gente frena de manera prolongada. Lo único que conseguimos de esa manera es un desgaste alto de las pastillas de freno y un sobrecalientamiento o fading, que reduce la potencia de frenado. Consecuencia: cuando realmente necesitamos frenar puede que el sistema no responda como queremos que lo haga.

          Cuida la salud de tu coche evitando ciertas conductas, primera parte

          Solución: Usar el freno motor en la medida de lo posible, no gastaremos combustible y evitamos el desgaste de los frenos. Cuando tengamos que frenar debemos alternar el freno motor y la aplicación del pedal. También es conveniente estudiar la morfología de la carretera, por ejemplo si hay una pequeña pendiente ascendente es mejor no frenar y dejar que la inercia lo haga.

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          s2t2 - ¿Aburrido de los parking de siempre?

          ¿Aburrido de los parking de siempre?

          ¿Ves a todos los parking idénticos? ¿No sabes donde has dejado el coche en el centro comercial? La razón es que ¡todos son iguales! Se tratan de lugares hechos en color gris, cuadrados, estrechos y en su gran mayoría angostos.

          Sin embargo, los parking de nuevas construcciones son más innovadores en ese sentido. No se conforman con sólo numerar las plazas con letras y números, sino que ya incorporan colores y elementos variados a sus interiores para que el usuario pueda recordar más facilmente dónde ha dejado su vehículo.

          Elementos gráficos variados, que puedan indicar las direcciones a tomar tanto por los peatones como por los coches, prescindiendo del típico cartel de “salida” que hagan que el usuario no se sienta como un ser insignificante en la vida rutinaria y gris, realmente se agradecen. No es que se trate sólo de “pintar” un parking, sino de aportar elementos distintivos para poder situarse mejor en una serie de compartimentos de dimensiones determinadas. Un “montón de cajas”.

          Pero bueno, siempre se puede ir más allá. Otra de las innovaciones para no “perder” al vehículo en el estacionamiento en estos sitios es la de los parking-almacén. Se trata de sitios donde los vehículos se llevan a una entrada y en la que el vehículo es almacenado, como si de cajas se tratara, por una máquina automatizada, con lo cual el usuario ya ni se tiene que preocupar por buscar el sitio para aparcar. Luego, para recogerlo, sólo se tiene que introducir el ticket y el vehículo es llevado por la misma máquina a la salida, para que se pueda salir ya desde el sitio sin falta de tener que buscarlo. Esta utilidad aplicada a los parking ya se lleva usando desde hace años en países como Japón, donde cada metro cuadrado cuenta, dado que la densidad de población es un problema realmente preocupante.

          Los ejemplos son numerosos y alguno que otro bastante curioso. Desde aquí os animo a que si conoceis alguno más podamos compartirlo, así como experiencias de aparcar los coches en estos lugares. Un saludo.

          Enlace: Is That Really A Car Park?

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          Ingeniosa forma de ROBARTE el coche

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