Lo bueno, si breve, dos veces bueno. Esa parece ser la premisa que se siguió a la hora de construir, en Noruega, la carretera del Atlántico, bordeando un pequeño tramo de la costa oeste del país. Tan breve, que solo tiene 8,72 kilómetros de recorrido; aun así, suficientes para entrar, por derecho propio, en la lista de las carreteras más bellas y espectaculares del planeta. Los noruegos, de hecho, la nombraron oficialmente en 2005 como “la construcción noruega del siglo”.
La idea de construir una vía de comunicación por aquellos parajes surgió a principios del siglo XIX. Los primeros bocetos para una posible carretera o una vía férrea aparecieron en 1935, pero habrían de pasar más de 5 décadas para que aquellos dibujos se convirtieran en realidad. Por fin, tras cinco años de duros trabajos (en los que los obreros tuvieron que soportar la furia de una docena de huracanes, el 7 de julio de 1989 quedaba oficialmente inaugurada la Atlanterhavsveien.
La ruta forma parte de la carretera estatal 64 que discurre entre las poblaciones de Kristiansund y Molde, uniendo con un total de 8 puentes varios islotes de la región conocida como Hustadvika. La lista de los puentes esta formada por el Vevangstraumen ( 119 metros de longitud y 10 metros de altura), los puentes Hulvågen (3 puentes que suman 293 metros de longitud y alcanzan los 4 metros de altura), el Storseisundet (260 metros de longitud y 23 metros de altura), el Geitøysundet 52 metros de longitud 6 de altura), el Tienda Lauvøysund (52 metros de longitud y 3 de altura) y el Lille Lauvøysund (115 metros de longitud y 7 metros de altura máxima).
El mas famoso de todos es el Puente Storseisundet, construido siguiendo un trazado curvo que lo convierte, al margen de su valor como obra de ingeniería, en una autentica pieza escultórica. Sus 23 metros de altura no son un capricho, sino que sirven para que los barcos puedan hacerse a la mar independientemente del nivel de la marea. Todos lo hemos visto alguna vez, ya que son pocos los fabricantes de coches que se resisten a grabar imágenes de sus mejores modelos surcando un tramo tan impresionante. El ultimo en dejarse ver por aquellos lares ha sido el Mercedes AMG SLS E-Cell.
Por si los 8.724 metros de la carretera del atlántico pudieran parecer pocos como para merecer un viaje conviene saber que para poder surcarla hay que llegar a ella a través del Atlanterhavstunnelen, el túnel del atlántico. Seis kilómetros (exactamente 5.727 metros) por uno de los túneles más profundos del planeta, ya que llega a discurrir a 250 metros por debajo del nivel del mar. Aunque la carretera del atlántico es gratuita, el túnel es de peaje.
La carretera cuenta, por su sorprendente ubicación, con otro aliciente añadido: tal y como afirman los servicios de información turística de la zona, muchos turistas con algo de espíritu aventurero prefieren visitarla en época otoñal, confiando en ser sorprendidos por alguna tormenta que agite las aguas del mar y acaben embistiendo contra la carretera, convirtiendo la travesía en una experiencia aun mas impactante.
Los que prefieran un viaje mas tranquilo con el mar en calma, tendrán bastantes probabilidades de divisar, a lo lejos, focas e incluso ballenas. La carretera y sus alrededores son publicitados como un verdadero paraiso para pescadores (aunque eso habría que preguntárselo a los peces) y para buceadores; pero, por encima de todo las fotos no dejan lugar a dudas de que se trata de una autentica maravilla para todo aquel al que le guste conducir de forma relajada. Y puestos a elegir, yo soy de los que preferiría recorrerla bajo una buena tempestad.
Via: visitnorway | wikipedia | Theatlanticroad.com
Fotos: fosnaporten.no