Sí, además de que seguro funcionan al 110%, ya es oficial: el Consejo de Ministros aprobó el pasado viernes el “esperado” Real Decreto 303/2011, de 4 de marzo, que modifica el artículo 48 del Reglamento General de Circulación para reducir temporalmente la velocidad máxima en autopistas y autovías para turismos y motocicletas de 120 a 110 km/h.
También con la citada norma se modifica el Anexo II del Texto Articulado de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial, para que la reducción de marras no afecte a la aplicación del sistema de pérdida por puntos vigente en la actualidad. La vigencia (prorrogable) arranca hoy mismo desde las 6 de la mañana y durará hasta el 30 de junio de 2011.
En la imagen superior se muestra el gráfico realizado por Chiqui Esteban a mediados del año pasado para la informacion.com, en el que se aprecia con toda facilidad la cuantía de las distintas sanciones económicas hasta ahora vigentes en función del tramo de velocidad sobrepasado, partiendo de la velocidad máxima limitada según la vía por la que se circule. Con la “normativa temporal”, a partir de ahoralos importes de las multas quedan como sigue:
(*) No se contempla el margen de error de los cinemómetros para la nueva velocidad máxima, fijado “de aquella manera” por la DGT en el 10%, en 6 km/h por la policía vasca y en el 4% por la policía catalana. Algunas sanciones pueden conllevar la retirada del permiso de conducción.
Según la Dirección General de Tráfico, con la que contactamos para consultar cómo tenían previsto realizar el cambio correspondiente en los radares y en cuántos de ellos, la modificación se hará mediante una aplicación informática de forma remota en un total de 117 cinemómetros, lo que no les llevaría más de una hora de tiempo; respecto a Cataluña y País Vasco, que tienen transferidas las competencias en materia de tráfico, dijeron desconocer el procedimiento.
También nos dejaron claro que hay ayuntamientos que tienen radares y que tendrán que modificarlos, por ejemplo, el de Madrid; ante nuestra extrañeza (¿hay alguna vía urbana en España cuyo límite de velocidad sea igual al de una autopista?), corrigieron con un “ah, no, entonces no”. Impresionante.
Mientras tanto, el “patio” tan animado como siempre: Holanda va en sentido contrario y el Reino Unido parece que también, al igual que la Generalidad de Cataluña que a finales del mes pasado había mostrado su intención de aumentar el límite de velocidad a 130 km/h, y ahora ha expresado sus reticencias a la nueva norma; los “empanados mentales” (según Pere Navarro, director de la DGT; mi opinión es más que opuesta a la de este cargo público para el que no existen límites de velocidad cuando va en su coche oficial) delMovimiento140 han convocado una manifestación contra la medida el 13 de marzo en la Puerta del Sol de Madrid, mientras siguen ganando (muchos) adeptos, unos 187.000, y (muchos menos) detractores, aproximadamente 27.000 -ambos datos a fecha de hoy a primera hora-; algún escribidor que apoyó la medida y certificó el ahorro hace unos días, ahora dice que en realidad costará una cifra “muchimillonaria”; la Asociación Española de la Carretera está estupefacta porque el Gobierno quiere que ahorremos en combustible mientras el Ministerio de Fomento ahorra en mantenimiento del firme de las carreteras, al que no ha dedicado un solo euro en 2010; etc.
Cada vez más, precaución, amigo conductor: ahora, además de la multa, le llamarán “derrochador”. Sobre todo, si dedica cuatro o cinco horas de su tiempo a estar parado en una autopista a las afueras de Madrid con el motor de su vehículo encendido para no congelarse. Pío, pío… que yo no he sido.
¿Porra sobre cuándo el Estado obligará a apagar las luces de casa a las nueve de la noche? Buen comienzo de semana.