La seguridad vial no es ninguna broma. Tras la sustitución de Pere Navarro como director de la jefatura de tráfico, una de las primeras campañas que ha puesto en marcha la DGT es la de la concienciación y erradicación, en la medida de lo posible, de las distracciones al volante. Hablar por el móvil, manejar el navegador en marcha, escribir un SMS, fumar un cigarrillo, o el sueño o la fatiga, pudieron ser responsables de más de 600 fallecimientos en 2011.
Lo más curioso es que el nuevo rumbo de la DGT con María Segui al frente, ya se ha hecho valer desde el preciso instante en que de la campaña más tenebrosa y si me lo permiten, gore, se ha pasado al monólogo de humor como recurso para captar la atención del conductor. En la memoria de todos estarán aquellas crudas imágenes, por supuesto de ficción, que trataban de recrear las terribles consecuencias de un accidente. Ahora es una cara tan conocida y amigable como la de Leo Harlem la que desde su tono cómico nos trata de concienciar del peligro de manejar el GPS en marcha.
La nueva campaña tampoco está exenta de polémica, ¿se estará trivializando con un tema tan serio como es el de los accidentes de tráfico?
Ventana externa
Ventana externa
Ventana externa
Más allá de que la campaña pueda gustar o contentar a todos, lo importante es llegar al punto en que el mensaje pueda calar en sus receptores. No sabemos si nos dejará más huella el gran Leo Harlem conminándonos a “estar en lo que hay que estar” o una escena con heridos tras un accidente de tráfico. Lo único seguro es que estas campañas en alguna medida son útiles, en tanto por repetición nos inculcan poco a poco cultura de seguridad vial y acciones que deberíamos evitar. No obstante sin mejoras en la red vial u otros medios de concienciación más directos, este tipo de campañas no tendrán más repercusión que la polémica mediática que puedan generar.
Además de la campaña de sensibilización también se ha puesto en marcha una estrategia de vigilancia. Un dispositivo especial de agentes de tráfico estarán atentos de aquellos conductores que no van atentos a la carretera. Recordemos que objetivamente la DGT establece sanciones para aquellos que por ejemplo estén manipulando el móvil para hablar o escribir un SMS, pero que incluso la apreciación subjetiva del agente puede ser determinante para ser sancionados por “utilizar dispositivos que disminuyan la obligatoria atención permanente en la conducción” como cascos, auriculares o algo tan cotidiano como fumar un cigarrillo.
Fuente: DGT