Luces “amarillo auto” para situaciones de emergencia particulares

de Top-Motor

Los conductores de automóviles particulares podrán utilizar un rotativo destellante en su vehículo para señalizar más eficazmente una situación de emergencia, como puede ser un accidente o una avería, y evitar de esta forma siniestros en casos de falta de visibilidad. La norma que regula su uso fue publicada el 23 de enero de este mismo año y entrará en vigor el próximo viernes.

Así, a partir de mañana, además del equipo obligatorio compuesto por chaleco y triángulos reflectantes, los conductores de turismos y otros vehículos particulares podrán añadir una señal luminosa tipo V-2, que podrá tener una o varias luces de color “amarillo auto” homologadas conforme al Reglamento CEPE/ONU número 65; deberá ser visible en todas direcciones desde una distancia de 100 metros y se instalará por encima de las luces más altas indicadoras del cambio de dirección sin que afecte a la visibilidad del conductor o a la estructura de protección del automóvil.

No hay que olvidar que, se disponga o no de la señal tipo V-2, la forma correcta de indicar una situación de emergencia es con la luz de cruce en combinación con los indicadores de dirección.

La señal luminosa en cuestión seguirá siendo obligatoria para aquellos vehículos que “desempeñen un servicio, actividad u operación de trabajo, en situación de parada o estacionamiento, o a una velocidad que no supere los 40 kilómetros por hora”, como son los tractores o la maquinaria agrícola automotriz. También deberán utilizarla las columnas militares, los transportes especiales y sus vehículos piloto, además de los de acompañamiento de pruebas deportivas, marchas ciclistas y otros eventos.

La normativa aunque, como citamos más arriba, entra en vigor mañana mismo, ya estableció en el momento de su publicación la supresión de la obligatoriedad de llevar un juego de lámparas de las luces del vehículo de repuesto, por la complicación técnica que supone el cambio de algunos tipos de luces, que solo se puede realizar en talleres autorizados.

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Esos estudios con esos resultados… de Top-Motor de HdC

Direct Seguros, como su nombre indica, es una aseguradora perteneciente al Grupo AXA que inició sus operaciones en España en 1997 y que actualmente está volcada en los productos online. En 2009 llegó a tener más de 550.000 clientes y a facturar unos 212 millones de euros, con 2,5 millones de visitas a su página web. Y, de vez en cuando, realiza estudios como el que vamos a comentar; estudios… curiosos.

¿O no es curioso que, por ejemplo, se concluya que los hombres se preocupen más de la limpieza del coche, y las mujeres de decorarlo? El estudio en cuestión, realizado entre 1.000 conductores de toda España, revela también que el 79,5% de los que se ponen al volante aceptaría de buen grado la prohibición de fumar en el vehículo, ya que dan por hecho que fumar supone una distracción equiparable a la de hablar por teléfono mientras se circula. De hecho, ese porcentaje estaría de acuerdo con que la legislación que el Gobierno está tramitando actualmente se extendiese al automóvil en forma de prohibición de fumar.

Otrosí, que diría un letrado: el 36% de los encuestados reconoce haber conducido en alguna ocasión con tasas de alcohol en sangre superiores a las permitidas, aunque al parecer solamente un 2% ha sido “cazado” (y denunciado, claro) por las autoridades policiales. Asimismo, casi la mitad de los conductores españoles (44,9%) cree que los motoristas no respetan las normas de tráfico y que son los principales causantes de un buen número de accidentes, muchas veces porque se creen que siempre tienen la preferencia. Y eso que el 21,7% de los conductores confiesa conocer sólo las señales de tráfico más habituales, y el 8,6% sólo utiliza el intermitente en determinadas ocasiones, dependiendo de la situación del tráfico o del tipo de maniobra. Ejem.

Toquemos algo más trivial: un 17,1% de los encuestados dice haber puesto nombre a su coche (más las mujeres que los hombres); nombres como Bicho, Batmóvil, Farruco, Gusilú, La Frago, Potato, Rocinante o Tamagotchi, que no sabemos si tendrán algo que ver con la capacidad para recurrir al insulto, habilidad que posee el 13,7% de los conductores (más los hombres que las féminas). Aunque el porcentaje sube al 50,7% si se dan condiciones de tráfico como atascos y retenciones, situación en la que ambos sexos demuestran su amplio vocabulario por igual.

Según el estudio de Direct Seguros, las mujeres son las que más decoran el interior de sus coches. De hecho, un 40,7% de conductores admite tener algún tipo de tuning interior. El 21,7% de las mujeres cuidan ese aspecto, frente al 19% de los hombres. La decoración más habitual para hacer del vehículo un lugar más acogedor son peluches, colgantes o chinos de la suerte, que no sabemos si molestarán a los conductores que utilizan el coche para disfrutar del sexo (uno de cada tres, aproximadamente).

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Sistemas de seguridad: el ABS

de diariomotor.com de David Villarreal

Mucha gente cuando se compra un coche y revisa la lista de equipamiento se encuentra un tanto confundida al ver toda una avalancha de siglas, ABS, ESP, EBD, TSC, TC… Estoy convencido de que en la mayoría de los casos el cliente no entiende su significado, es más, estoy seguro de que más de uno renunciaría a toda esta ristra de letras que para él no tiene aparentemente ningún sentido. Por suerte para ellos estos sistemas están ahí y a lo largo de la vida útil de su vehículo marcarán la diferencia en más de un momento entre un incidente sin más y un accidente de mayor o menor gravedad.
Ayer asistía a un curso de conducción aplicado a la seguridad, del que otro día os hablaré. Allí un grupo de aproximadamente 16 periodistas, casi todos del sector del automóvil. Nos enfrentábamos a una prueba sencilla y muy típica, la frenada asimétrica, que no consiste en otra cosa que en practicar una frenada de emergencia en un trazado dividido en dos partes (una más deslizante que la otra) y que habitualmente se riega con agua para que la diferencia de adherencia sea aún mayor.

Habitualmente una presentación o prueba de un coche va acompañada de esta prueba. Realmente no sé que sentido tiene hoy en día hacerlo, dado que todos los coches del mercado ya incorporan ABS y consiguen resolverla con efectividad. Pero en este caso contábamos con dos compactos actuales, uno de los cuales había sido modificado (me imagino que quitando fusibles) para desactivar todos los sistemas, incluido el ABS.
En un primer momento el objetivo de la prueba era practicar la frenada de emergencia ejerciendo toda la presión sobre el freno posible y sin aplicar corrección alguna. Frenando desde unos 60 km/h (no más) nuestro coche se giraba por completo y era prácticamente ingobernable. Si la frenada se hubiera producido en la vida real y delante hubiéramos tenido un obstáculo (el coche que sale sin mirar de un aparcamiento, el niño que se cruza sin mirar) el accidente no hubiera sido evitable.
Un instructor nos explicó como actuar en esa situación para corregir la trayectoria antes de que perdamos el control (un pequeño contravolante) y evitar el bloqueo de las ruedas (soltando freno suavemente), esto último es precisamente lo que hace el ABS. Os puedo decir que incluso con las indicaciones del instructor y teniendo ocasión de practicar varios intentos, de los 16 excepto el propio instructor y una o dos honrosas excepciones (yo no fui una de ellas) ninguno más fuimos capaces de salvar la situación.
Los organizadores muy inteligentemente dejaron para el final la prueba del vehículo con ABS. La sorpresa fue mayúscula cuando pudimos comprobar que incluso maltratando el volante en plena frenada, la prueba de la frenada asimétrica con un sistema de ABS es prácticamente coser y cantar: el coche mantiene en todo momento la trayectoria y se detiene sin recorrer más metros de los necesarios.
Lo sorprendente es que aún habrá quien siga aferrándose a falsos mitos de antaño para despotricar contra el ABS y otros sistemas, asegurando por ejemplo que la frenada se alarga. Una afirmación para nada cierta, dado que si no existe ninguna avería, el ABS únicamente actúa cuando una falta de adherencia de los neumáticos en el asfalto podrían provocar un bloqueo de las ruedas y por lo tanto producir la pérdida total del control y no resolver el conflicto que pretendíamos solucionar frenando (evitar un obstáculo).

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